Candidaturas olímpicas. Marcas efímeras a debate.


Los juegos Olímpicos contemporáneos surgen en el siglo XIX  gracias a las gestiones del noble francés Pierre Frèdy, Barón de Coubertin. El Barón Pierre de Coubertin fundó el Comité Olímpico Internacional (COI) en 1894.

Las candidaturas olímpicas son indispensables para la rotación de los juegos y suponen un revulsivo muy importante para las ciudades seleccionadas. Para el 2.016, los Juegos Olímpicos habrán tenido 44 ciudades sede de 23 países.

El pasado 7 de Septiembre se dio a conocer por parte  del COI la candidatura elegida para los próximos juegos de verano de 2.020: Tokio. Este proceso lo vivimos con cierta intensidad porque entre los tres finalistas se encontraba la candidatura de Madrid que llegó a la Ronda 1 empatada con Estambul.

Las candidaturas suelen hacerse públicas 7 u 8 años antes de la celebración de los juegos olímpicos, pero antes de este proceso, cada país con sus respectivos comités al frente, decide si aporta ciudad para una próxima candidatura olímpica.

Un proceso lleno de ilusión que genera tantas expectativas y que se difumina el día que el COI decide que candidaturas quedan eliminadas. Muchas veces, el esfuerzo realizado por la ciudad aspirante pasa desapercibido y en la mente de mucha gente sólo queda un vago recuerdo de la marca presentada. Y es aquí donde quería llegar porque la marca, que apenas había sido interiorizada por muchas personas, se desvanece ante el asombro de muchos que la han trabajado y apoyado incondicionalmente. Este es el sino de muchas candidaturas, un destino fugaz, efímero y tristemente recordado.

Las candidaturas olímpicas tienen la obligación de vender lo mejor posible su proyecto. La imagen ha de ser impecable y necesariamente ligada al país al que representan. En el caso de la candidatura de Madrid 2.020, el peso de la marca “España” ha sido determinante para que el COI deje al proyecto en la estacada, a pesar de haberlo intentado por tercera vez consecutiva.  Recordemos que para 2.016 quedó en segundo lugar tras Río de Janeiro y para 2.012 quedó tercera tras Londres y París.

Todos sabemos la importancia que tiene un buen logotipo y lo que este representa para una marca.  En la candidatura a los Juegos Olímpicos de 2.020 los logotipos presentados no han estado exentos de polémica.

Tokio 2.020

Logotipo Tokio 2020

Tokio acudió con el logotipo del concurso convocado para tal fin y ganado por Ai Shimamine, estudiante de post grado de arte en la Universidad de Tokio. Se trata de una corona realizada con flores de cerezo multicolores. El logotipo está cargado de simbología ya que la flor de cerezo o Sakura simboliza el espíritu japonés, los colores conectan con los aros olímpicos y la introducción del color púrpura representa a Edo, la actual Tokio.

Las críticas han llovido porque en occidente la corona de flores está asociada con la muerte, a pesar de que la estudiante manifestó que se había inspirado en el aspecto positivo que esta tiene con la idea de “volver a renacer”, en clara alusión a la recuperación de Tokio tras las últimas catástrofes.

De las tres candidaturas finalistas, es sin duda la mejor propuesta.

Istanbul 2.020

Logotipo Istanbul 2020

El logo de Estambul fue el ganador de una votación pública realizada a través de la página web oficial de dicha campaña.

Turquía es un país que está a caballo entre Europa y Asia y es este, principalmente, el argumento utilizado para la creación del logo de Estambul. Está construido sobre la base de un tulipán, flor que representa a Estambul y dividido formal y visualmente en dos partes. La parte superior, de  color naranja, representa a Europa. Dicho color evoca una puesta de sol. La parte inferior, de color turquesa, identificado con la cultura turca, representa a Asia.  En la parte central podemos ver silueteada la propia ciudad, con la torre Maiden como icono más notable. El color blanco representa al Bósforo o estrecho de Estambul, el estrecho que separa la parte europea de la cuidad de la asiática.

La principal crítica hacia el logo radica en el diseño del “Skyline” de Estambul frente a las alternativas de los otros cuatro logos finalistas y la escasa referencia a los colores olímpicos.

Madrid 2.020

Logotipo Madrid 2.020

La candidatura Madrid 2.020 presentó a concurso la creación del mencionado logo. Según citan las bases de dicho concurso, el objetivo era «la aportación de ideas, para el diseño posterior por una empresa especializada de un logotipo destinado a ser la imagen representativa de la candidatura de la ciudad de Madrid a los Juegos Olímpicos de Verano del año 2020».

El ganador del concurso fue Luis Peiret, un joven estudiante de diseño de Zaragoza. El diseño estaba  inspirado en la Puerta de Alcalá y en los cinco arcos que la caracterizan. El logotipo fue refinado y “profesionalizado” posteriormente por la agencia de publicidad Tapsa.

Las criticas que le han llovido a este logo han sido numerosas y de lo más divertidas, especialmente en redes sociales como Twitter.  Se han centrado principalmente en el uso de los colores, la eliminación del negro olímpico, la acentuación de la letra “i” y en la poca legibilidad de los textos que contiene. Algunos creen ver una fecha, 20.020, mientras que la idea original planteaba la “m” de Madrid y el número 20.

Al margen de estas polémicas y como hemos visto en las tres candidaturas, el logo surge de una convocatoria pública a través de diferentes canales. Creo que esto es un error y demuestra la “ignorancia política” y su interés por quedar bien. Todos somos conscientes de la importancia de una marca y del valor de sus intangibles. Por ese motivo las empresas privadas invierten mucho en marca y lo hacen a través de un sector profesionalizado. Creo que esta reflexión debería trasladarse a las instituciones públicas y en este caso a una candidatura olímpica.

Logotipo Rio de Janeiro 2016

Ejemplo de un buen hacer es la marca de Río 2.016. Poco antes de terminar el año 2.010 se dio a conocer lo que será la nueva imagen de las olimpiadas de Rio 2.016. Esta imagen realizada por la empresa Tátil es impecable. Se trata de una imagen formada por figuras cogidas de la mano simbolizando unión, compañerismo, pasión y modernidad. Los colores, muy cercanos a los de la bandera brasileña, son el amarillo que simboliza el sol y su carácter cálido, vivaz y alegre, el azul, que expresa la fluidez del agua que les rodea y su forma de vida relajada, y el verde, que representa los bosques y la esperanza .Es una imagen muy susceptible de ser materializada en esculturas o merchandising como ya está siendo el caso.

El reto  era «representar la pasión y la transformación de una ciudad y un país entero, y proyectar estos valores al resto del mundo”.

Creo que el planteamiento de Madrid no era malo. Convocar un concurso de ideas para seleccionar  la más atractiva y refinarla posteriormente con un equipo profesional. No sabría decir si el fallo ha estado en la actuación de Tapsa o en su propia elección.

Para concluir, recordar que por encima de las candidaturas está el propio evento de los juegos y lo que ello significa. Aunque las ciudades candidatas luchan por su propia marca en una competición más, los cuatro símbolos más importantes que definen  al olimpismo y que están por encima de todo lo demás son:

  • Los anillos olímpicos (1.913). Existe la idea popular de que cada anillo y su color representan a cada uno de los cinco continentes. El comité olímpico desmintió este asunto por falta de pruebas en 1951. La carta olímpica recoge expresamente que “The Olympic symbol expresses the activity of the Olympic Movement and represents the union of the five continents and the meeting of athletes from throughout the world at the Olympic Games”  o sea, que el símbolo expresa la actividad del Movimiento Olímpico y representa la unión de los cinco continentes y el encuentro de todos los atletas del mundo en los Juegos Olímpicos.
  • La llama olímpica. Sus orígenes se remontan a la antigua Grecia, donde se mantenía un fuego ardiendo en las sedes de celebración de los Juegos Olímpicos Antiguos. El fuego fue reintroducido en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1.928 y desde entonces ha sido parte fundamental de los Juegos Olímpicos Modernos.
  • El lema olímpico:  Citius altius fortius, locución latina que significa «más rápido, más alto, más fuerte»
  • El credo olímpico. Basado en unas palabras del Barón de Coubertin: “Lo más importante en los Juegos Olímpicos no es ganar sino participar, al igual que la cosa más importante en la vida no es el triunfo sino la lucha. Lo esencial no es haber vencido sino haber luchado bien.”

JMB

Soy diseñador por vocación y formación, aunque mi vida profesional gira entorno al marketing y la comunicación de empresa. Me apasiona la creatividad y la innovación, así como el “Branding” de las grandes marcas, a las que sigo muy de cerca y de las que aprendo día a día.

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