Holika y su excepcional packaging para el envío de pulseras.
Mi hijo me había avisado, “Estate al loro que la pulsera de Holika llega por mensajero y creo que llega hoy”. Y así fue, yo mismo la cogí de manos del cartero. Como no era para mí tuve que esperar a que llegará su legítimo dueño para verla, no quería quitarle la ilusión de hacer el unboxing.
Mi sorpresa fue cuando apareció en el salón con una preciosa cajita, una autentica maravilla producida en cartón.
Caja en forma de pentágono.
La pulsera acreditativa para entrar en el Holika llegaba dentro de una pequeña caja con forma pentagonal. Tuve que ayudar a mi hijo a abrirla porque estaba firmemente cerrada y no quería que se rompiese. Con cuidado, pero con tesón, logré levantar la tapa sin estropearla. Pensé que estaba encolada, pero al abrirla descubrí que no, todo lo que ocurría era que su perfecto diseño estaba pensado para que el cierre fuera mecánico, gracias a unas pestañas que, milimétricamente cortadas, encajaban en unas hendiduras con forma de ventana y que se oponían a la extracción de la tapa hasta forzar la resistencia que ejercían.
Dentro de la caja estaba la ansiada pulsera, unida al fondo mediante un sello de lacre bautizado con el logotipo de Holika. La pulsera estaba realizada con tejido, y no portaba la típica pieza de plástico circular o rectangular utilizada en ediciones anteriores, en la que está insertada la información del usuario.
Precisión y buen acabado.
El packaging que ha presentado Holika para el envío de la pulsera precisa un ensamblado manual, por lo que me imagino a unas cuantas personas montado la cajita y pegando la pulsera al fondo de la caja, ya que en la edición anterior más de 80.000 holikers disfrutaron del festival. Afortunadamente, la caja ha sido diseñada a conciencia y producida con gran precisión, lo que facilita, sin duda, el ensamblado de la misma.
No tengo la ficha técnica del producto, pero a simple vista se percibe que la caja ha sido producida con cartón corrugado con micro canal tipo E. Ambas caras del cartón son de color blanco y la impresión parece ser de tipo digital. La impresión digital en cartón se ha consolidado como una de las técnicas que mayor desarrollo han experimentado. La principal ventaja de esta técnica de impresión en cartón es la ausencia de utillaje y está especialmente recomendada para diseños exigentes.
Os dejo los desarrollos en plano del troquel y los diseños de ambas caras, tanto de la caja como de la capucha. Al no disponer de originales, los colores y los troqueles son aproximados. Es para que veáis la complejidad de la producción.
Aunque el diseño gráfico se ampara en iconografía y motivos romanos, alusión al pasado glorioso de Calahorra, el resultado final es un poco tedioso por la reducida gama cromática empleada, compuesta mayoritariamente por tonos grises y marrones. Se ve mucha intencionalidad en el diseño, cuidadosamente colocado y ajustado a la geometría de la caja, pero la neblina de color gris que persigue la totalidad del diseño no llega a dar vida al conjunto que se percibe demasiado pétreo. En cualquier caso, me parece un trabajo excepcional que espero os guste.