Starbucks -vs- Starbung
…
Mucha gente conoce Starbucks, la mayor cadena de cafeterías del mundo. Pero, ¿Cuántas personas conocen Starbung? Seguro que a más de uno este nombre no le suena a nada aunque recientemente es motivo de actualidad. Resulta que Starbung Coffe, así como suena, muy bien por cierto, no es más que un puesto de café ambulante propiedad del tailandés Damrong Maslae y su hermano. En la actualidad, esta pareja regenta su actividad en el distrito Phra Nakorn de la ciudad de Bangkok, donde venden café y otros brebajes locales a los residentes y trabajadores de este barrio desde hace cinco años.
Nada de esto hubiese tenido mayor relevancia si no fuera porque Starbucks los ha llevado a juicio. El motivo que argumenta la multinacional es que el logo y el nombre es una copia de su identidad, recurso que está utilizando el vendedor de forma negligente en aras de su lucro personal.
Starbucks ha manifestado que antes de tomar esta decisión en firme contactó con el vendedor para hacerle desistir de la utilización del logo y el nombre, proceso que se alargó más de un año, en el que trató de solucionar amistosamente y de manera informal este contencioso.
La imagen que utiliza el puesto de Damrong Maslae tiene cierta “similitud” con la marca de Starbucks. Se trata de un símbolo circular con el fondo verde y negro y los motivos en blanco. En él reza “Starbung Coffe” y se puede ver la esfinge de un musulmán sirviendo café. La imagen también incorpora dos estrellas en los laterales acompañadas por una media luna.
Atraídos por esta rocambolesca historia, decenas de curiosos y turistas acuden cada jornada a fotografiarse junto al motocarro-cafetería. De hecho, si haces una búsqueda por internet verás que esta noticia ha corrido como la pólvora. ABC, 20 minutos.es, The Guardian, News.com.au, Global Post, The Nation, etc., son publicaciones que han mencionado este asunto en sus ediciones digitales.
La singularidad de la noticia reside en el enfrentamiento entre una multinacional y un puesto callejero por la defensa de su imagen. ¿Qué piensas tú de esto?
Podemos leer opiniones como la de Steve Jefferson, quien se encontraba con su pareja de viaje por el Sudeste de Asia. «Es estúpido y amoral que una empresa que gana cada año cientos de millones de dólares reclame una cantidad de dinero abultada a una persona que vende café en la calle. Estos pleitos legales empeoran la imagen de las multinacionales»
Y es que Starbucks reclama al autónomo y a su hermano, copropietario del negocio, una indemnización de 300.000 bat (más de 9.600 dólares o 7.000 euros) a un interés del 7,5% anual, más el pago del procesamiento y otros costes, según el diario Bangkok Post.
Otro turista, Tim Smith, piensa que “Les molesta que el café que se compra en este puesto sabe mejor y es de mayor calidad que el que ellos ofrecen en sus locales de diseño, por no hablar de los precios tan desorbitados”, quien encontró el puesto tras leer la historia en los medios locales.
Estas palabras reflejan la empatía de la gente hacia la parte más débil, el vendedor ambulante que trata de ganarse la vida para mantener a sus seis hijos.
No seré yo quien diga si el logo y el nombre de Starbung son una copia de Starbucks. Para eso ya están los tribunales. Si he de reconocer que hay cierto parecido y que es muy sospechoso que el amiguete del señor Maslae diseñara esta identidad sin conocer la marca de Starbucks.
La cadena cafetera no está haciendo nada estúpido e inmoral, simplemente está defendiendo los derechos y la imagen de su marca que tanto le ha costado construir. Parece que su actitud es arrogante, pero nada más lejos de la realidad. En todo momento ha buscado una solución informal sin tener que recurrir a un litigio, dando a Damrong Maslae más de un año para cambiar su estrategia.
Sin embargo, la indemnización que reclama Starbucks parece excesiva ya que, según comenta el señor Maslae, en los mejores días alcanza a vender entre 100 y 150 unidades de café a un precio de 45 céntimos de euro. El empresario tailandés afirma que luchará hasta el final por mantener la marca de su establecimiento. «No voy a huir y no tengo suficiente dinero para pagar la multa. Iré a la cárcel si la justicia así lo dicta», señala este tailandés de 44 años, que podría afrontar hasta dos años en prisión si es hallado culpable. En el fondo parece que tiene asumida la posible sentencia.
Starbucks opera cerca de 21.000 cafeterías en 62 países, de las cuales al menos 171 se encuentran en Tailandia, y logró unos beneficios de 13.300 millones de dólares (más de 9.600 millones de euros) en 2012. Que un gigante como este rete a un vendedor ambulante no deja de ser inquietante dado la magnitud de ambas partes.